lunes, 9 de diciembre de 2019

La ciber guerra y el Día cero



Existen diferentes definiciones del término “Guerra cibernética”, de las cuales se derivan distintas comprensiones de sus consecuencias y las medidas preventivas.  En términos estrictos, se refiere a ataques masivos organizados por un Estado, similares a una guerra convencional, pero también se lo usa en forma más general.  Asimismo, el concepto “guerra” se utiliza a menudo figurativamente, como en guerra económica, guerra contra la droga o el terrorismo.  La Unión Interparlamentaria adoptó una resolución en 2015 titulada “Guerra cibernética: una amenaza seria a la paz y la estabilidad global”; resolución que señala: “…la guerra cibernética incluye, aunque no está necesariamente limitada a ellas, operaciones contra computadoras o sistemas de computación a través de un flujo de datos como medio y método de guerra, cuyo objetivo es recolectar inteligencia con fines económicos, políticos o de desestabilización social o de la que puede razonablemente esperarse que cause muerte, heridas, destrucción o daño durante conflictos armados, aunque no exclusivamente en ellos”.



La ciberguerra



La ciberguerra podría reemplazar asesinatos en masa y bombardeos como la vía preferida para forzar a un adversario a rendirse.



Es cada vez más evidente que la seguridad de los dispositivos de IoT (la Internet de las Cosas, por sus siglas en inglés), es inadecuada, lo que podría tener consecuencias catastróficas.  Es más, a diferencia de las armas físicas, las ciberarmas pueden ser replicadas esencialmente a costo nulo, por lo que su producción y almacenamiento presentan peligros aún más grandes que en el caso del armamento físico.



El incidente WannaCry puede ser considerado un preaviso de lo que viene: un ciberataque con apoyo estatal contra la infraestructura de otro país (por ejemplo la red eléctrica, el sistema de control de vuelos, los sistemas informáticos de gobierno, etc.). Este tipo de ataque podría paralizar un Estado del mismo modo que un bombardeo aéreo intensivo.



Con la creciente importancia de las tecnologías de información y comunicación (TICs) y la creciente dependencia de casi todo respecto a ellas, podríamos alcanzar un escenario en el cual la fuerza puede ser usada efectivamente para destruir sistemas de TICs, alcanzando así el deseado objetivo de forzar al adversario a rendirse sin tener que matar personas directamente o bombardear instalaciones.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario