Siete
personas murieron en el Reino Unido, tras recibir la vacuna anti-COVID-19 de la
firma AstraZeneca, debido a la formación de coágulos sanguíneos.
La Agencia
Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios del Reino Unido (MHRA, por
sus siglas en inglés) deploró el sábado que “de los 30 informes hasta el 24 de
marzo lamentablemente 7 han muerto”, por coágulos sanguíneos tras haberse
administrado la vacuna AstraZeneca contra el nuevo coronavirus, causante de la
COVID-19, tal como recoge en un comunicado, citado por la agencia francesa
de noticias AFP.
Según MHRA,
de los 30 receptores del fármaco afectados, 22 presentaron un tipo de coágulo
de sangre en el cerebro y ocho personas mostraron otros problemas de
coagulación junto a niveles bajos de plaquetas.
Pese a las
preocupaciones, el Gobierno británico sigue respaldando el uso de esta vacuna
anti-COVID-19 desarrollado en su país. Al respecto, anteriormente, el
secretario de Vivienda del Reino Unido, Robert Jenrick, había asegurado que su
país está 100 % seguro de la eficacia de la vacuna y que no volverán a
examinarla.
A diferencia
de Londres, los Países Bajos suspendieron el viernes el uso de esta vacuna en
personas menores de 60 años, después de que se conociera cinco nuevos casos de
coagulaciones que afectaron a mujeres de entre 25 y 65 años, entre las
que una murió.
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